RETO DE VALIENTES
Hace unas semanas, recibí un
mensaje inesperado de uno de mis alumnos, con el cual no había tomado contacto
en temas académicos desde hace unos años. En ese mensaje me decía: ¨He visto
este video y me he acordado de usted profesor y de la insistencia en estas
enseñanzas¨ Abrí la fuente del mismo y luego de verlo, me di cuenta que se
trataba de un extracto de la película ¨reto de valientes¨. Esta película es más que eso, por el fondo
que tiene. El extracto que envío el alumno describía la escena de un hombre, al
que llamaremos Oscar, que había estado sin trabajo durante mucho tiempo, y que
luego de haber pasado por situaciones muy complejas con su familia, finalmente
tuvo la opción de ingresar a trabajar en una fábrica. El ingreso como un
operador, pero su desempeño al igual que sus valores, habían llamado la
atención al gerente de producción y al jefe de recursos humanos. En la
industria, estaban necesitando a un nuevo supervisor y para esta vacante
citaron a varios operadores que ya tenían mucho tiempo trabajando, y de última
opción escogieron a Oscar.
Cada uno de los candidatos debía
pasar una sola prueba, y llegó el turno de Oscar. Lo citaron, sin el saberlo y
de forma sorpresiva a la oficina del jefe de recursos humanos, donde se encontraba
también, el jefe de producción y le dijeron: Oscar, tenemos una oferta para ti,
algo sencillo, y si lo haces bien, tus ingresos y cargo, pueden mejorar. Le
explicaron los detalles que en resumen le decían que él recibiría 9 paquetes de
un producto específico en la bodega, pero que era necesario que el declare que
había recibido 10, ya que internamente y que por ese último no se preocupe,
porque era un tema interno de la empresa. Lo enviaron a que lo piense y que al
día siguiente les entregue su respuesta. Ese día Oscar no pudo dormir, converso
con su esposa, se puso a analizar la situación y definitivamente para él, todo
estaba claro, su ética le decía que tenía que hacer lo correcto y registrar
solo lo que había recibido, sin embargo la presión por no perder el trabajo,
que era el sustento de su familia y por el que espero mucho tiempo, también
pesaba. Finalmente y una vez que tomo su decisión en conjunto con su esposa, salió
para el trabajo. En la oficina lo esperaban los jefes. Él llego y entró, se sentó
y espero, así mismo el jefe de recursos humanos se sentó al frente de él y le
dijo: Oscar estar listo para hacer el trabajo sencillo que te hemos pedido?, y
Oscar respondió: No Señor, no puedo hacer algo que va en contra de mis
principios, si entran 9 productos, voy a declarar los 9 productos, y por dentro
el pobre hombre sudaba, porque no quería perder su trabajo, pero la fuerza de
su valor como persona y profesional tenían un peso mayor en sus principios. Los
dos jefes se miraron y el jefe de recursos humanos, lo miro fijamente a Oscar,
sonrío y le dijo: Oscar, queremos felicitarte por tu integridad, era la última
opción de nuestra lista, pero todos los demás no respondieron como debían, te
vamos a ascender a supervisor y mejoraremos tu ingreso, gracias por tus valores
y daremos aviso al personal que tendrás a cargo. El hombre salió disparado de
la oficina y llamo por teléfono a su esposa para contarle lo que había
sucedido, ambos lloraron y dieron gracias a Dios.
Esta descripción de este
episodio, es probable que a muchos de ustedes les parezca muy cercano, cuantas
veces, hemos pasado por una situación de estas?, o cuantas veces hemos visto a
otros pasar por esto? Día a día, estamos expuestos a esto, y digo expuestos,
porque lo que debería ser sencillo, normal y parte de la persona, es responder
con absoluta naturalidad, ante las preguntas o situaciones como estas. Cuando
vemos que algo está mal, y que va en contra de nuestros principios,
simplemente, y sin analizarlo mucho, deberías responder lo correcto. Sin
embargo esto no es parte de un común denominador, por el contrario, lo que más
se da es que el valor y la dignidad se dejen como adornos, y se responda según
nos lleva la corriente, sin importar nada, y para sacar el mayor provecho o
beneficio. Este decir NO, este pararse firme en los principios, es en nuestras
sociedades, sobre todo latinoamericanas un RETO DE VALIENTES. Muchas personas
se aferran tanto a un cargo, o a un poder establecido, que no les importa la
forma, en que llegan o permanecen ahí, y se aferran tanto al lado izquierdo de
la rectitud, que cuando han perdido el cargo o el título, simplemente, han
perdido todo, porque se valoraban desde ahí. La lucha es dura, pero el reto no
está en llegar y ser un hombre o una mujer exitosa, el reto está en llegar a
ese éxito, con integridad, el resto, como llegó, se irá, porque no estuvo
construido sobre roca. Creemos valor y luchemos por ser mejores cada día.
Seamos valientes!.
Fundación Lideres con Propósito
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